"- 300 metros de poesía!- ¡3.000 pies de Shakespeare! ”La mayoría de nosotros los historiadores del cine debemos estar familiarizados con esta línea.Así es como los periodistas de mentalidad alta solían burlarse de los primeros intentos del cine de realizar adaptaciones literarias.En la década de 1910 se daba por sentado que en el reino de la poesía y las artes no había lugar para números y medidas.Irónicamente, aquellos que solían decir esto parecen olvidar que lo que diferencia a la poesía de la prosa es su uso de formas métricas de habla, por lo que los pies y los metros son tan relevantes para el trabajo de Shakespeare como los tropos de Shakespeare y los personajes de Shakespeare ... En versoestudios, los estudiosos cuentan sílabas, pies y tensiones;en estudios de cine, tomamos tiempo para disparar."Si uso una palabra, tendría que decir el momento", dijo Chuck Norris en una entrevista reciente a ABC's Nightline respondiendo qué atributo le valió seis títulos mundiales de karate."El tiempo creo que fue mi clave. Pude averiguar el momento para cerrar la brecha entre mi oponente y yo y retroceder, y esa fue la clave".Al igual que las artes marciales, o como la poesía y la música, el cine es el arte del tiempo.Esto explica por qué, desde el principio, cineastas como Abel Gance o Dziga Vertov en la década de 1920, o como Peter Kubelka o Kurt Kren en la década de 1960 no solo contaron fotogramas al editar, sino que también dibujaron diagramas elaborados y tablas de colores para visualizar el ritmo desu futura películaEsto también explica por qué varios académicos interesados ​​en la historia del estilo cinematográfico (como Barry Salt en Inglaterra, David Bordwell y Kristin Thompson en los Estados Unidos o Charles O'Brien en Canadá) cuentan las tomas y el tiempo de duración de las películas para calcular la duración promedio de las tomas.de las películas y / o usar estos datos en su estudio.